Raza: Togruta

Los togrutas son una especie humanoide originaria del planeta Shili. Exhiben varios largos apéndices colgando de sus cabezas, similares a los lekkus de los Twi´leks, lo que sugiere que podrían compartir un ancestro común. Los togrutas también poseen dos montrals, una especie de cuernos huecos en la parte superior de sus cabezas, que los dota de una especie de ecolocación pasiva.
Para protegerse de los depredadores y cazar con más efectividad los togrutas se organizan en tribus, y se aprovechan de su pigmentación para camuflarse en el entorno natural de su planeta. Los togrutas trabajan y se desenvuelven a la perfección en grandes grupos, y el individualismo se considera anormal en su cultura, aunque es una cualidad normalmente necesaria en los líderes.

Después de la batalla de Naboo, pero antes de la batalla de Geonosis, hubo dos bajas en el Consejo Jedi. Estas bajas fueron, por supuesto, objeto de ascenso casi inmediato de otros dos maestros jedi. Uno de estos maestros pertenecía a la especie conocida como togruta.

Los togruta evolucionaron en Shili, un planeta en la Región de Expansión. Shili es un planeta salvaje y templado, cubierto de extensiones de monte amplias y secas.

Las llanuras de Shili están cubiertas de la extraña turu-hierba. Es un vegetal extraño de un metro de altura, porque por un lado es de color blanco y por el otro es rojo. Sirve de cobertura para muchas especies que han sabido adaptarse evolutivamente para aprovechar la evidente ventaja que puede ofrecer.

Por ejemplo, los thimiars, roedores nativos, no se han adaptado especialmente bien a esta vegetación, y son presa fácil para diversos depredadores.

Existía no hace mucho una especie de depredadores en Shili. Su piel estaba marcada con patrones similares a la turu-hierba, y además tenían una desarrollada percepción espacial. Yendo en manada, rodeaban a los herbívoros desprevenidos y no tardaban en hacerse con ellos.

Desde entonces, esos animales han evolucionado y han obtenido inteligencia. Eran los antepasados recientes de los togrutas. De hecho, según muchos xenobiólogos, no han pasado tantas generaciones como se podría creer desde que los togrutas eran animales salvajes.

Los togrutas retienen muchos rasgos de los depredadores antiguos. Uno de los más destacados es que retienen los patrones marcados en la piel: Tienen tiras verticales blancas y rojas en pecho, espalda, brazos, piernas y cara. Más aún, retienen la capacidad de esconderse que caracterizaba a los depredadores, pero los ahora inteligentes togrutas pueden ocultarse fácilmente incluso sin turu-hierba en las inmediaciones.

Sobre el rostro de un togruta, además de los patrones multicolor, presenta un par de ojos negros penetrantes y labios grisáceos que ocultan unos amenazadores colmillos.

Además, poseen unos inmensos cuernos rayados parecidos a conos que ellos denominan montrals. Son huecos, y les sirven para obtener información sobre el entorno a través de ultrasonidos. Un togruta cualquier posee un montral a cada lado de su cabeza.

No sólo es, sino que los togrutas poseen también unos apéndices tapizados anillando la parte inferior de sus cráneos. Se parecen a los montrals, y también a los lekkus de los twi'leks. Como estos últimos, son flexibles; como aquéllos, están rayados, si bien en tonos más oscuros. Un togruta medio posee dos de estos lekkus, pero algunos han presentado hasta tres sin que sea extraño.


La estatura media de un togruta adulto va de 150 a 190 centímetros.

Los togrutas son precisos y ágiles, fallando únicamente en complexión. Incluso si no pueden ver, se defienden bastante bien sólo con el oído. Evidentemente, si no pueden ver, siguen teniendo dificultades porque su sentido principal es la vista. Sin embargo, los togrutas que se dedican a actividades más agresivas, comprenden en seguida que pueden encontrar grandes ventajas en aprender a combatir sin usar la vista.

Mucha gente cree erróneamente que los togrutas son venenosos. Este rumor se originó probablemente al ver a un togruta alimentarse de un thimiar: A menudo el thimiar parece agonizar, como envenenado por el mordisco del togruta. En realidad, se trata de espasmos musculares post mortem. Los togrutas, por tanto, no son venenosos, y de hecho la mayoría no tienen ni idea de por qué se cree eso de ellos.

La esperanza de vida de un togruta es de noventa y cinco años, mayor que la de un humano.

Los togrutas poseen una pigmentación con tonos oxidados, la coloración de la piel puede ir del naranja al rojo, con partes blancas en la cara y los labios grisáceos. Rayas blancas y grises cubren sus lekkus y montrals, siendo en éstos últimos más tenues las líneas oscuras. Líneas blancas pueden adornar también varias partes de sus cuerpos, incluyendo pecho, piernas, espalda y/o brazos. El patrón de rayas varía de un individuo a otro. La pigmentación blanca y rojiza se debe a la evolución y adaptación, pues les sirve como camuflaje en el entorno natural de Shili, dominado en gran parte por grandes extensiones de praderas compuestas por hierbas turu, que pueden alcanzar hasta un metro de longitud y que son rojas y blancas.

En la parte superior de sus cabezas tienen dos montrals huecos, y en la inferior tres (raramente cuatro) lekkus. Los togrutas poseen la capacidad de sentir la proximidad y el movimiento de otras criaturas gracias a sus montrals, que les permiten captar ultrasonidos. Los lekkus y montrals de los togrutas jóvenes no se desarrollan por completo hasta que alcanzan la edad adulta, cuando los montrals se curvan y el lekku posterior alcanza el mismo tamaño que los dos delanteros.

Al ser una especie depredadora, los togrutas poseen afilados caninos que utilizan para matar sin dolor a los roedores thimiar, su principal presa, causándoles espasmos post-mortem. Esto último dio pie a la creencia por parte de otras especies de que los togrutas son venenosos, lo cual es falso. Los togrutas sin embargo no hacen nada por disipar la duda, incluso se aprovechan de esta creencia para intimidar.

Los togrutas son famosos por ser leales, perceptivos y atentos.

Sociedad

Los togruta viven en densas tribus. Las tribus habitan poblados pequeños ocultos bajo doseles boscosos o, menos frecuentemente, en valles escondidos.

Pese a que la mayor parte de Shili está cubierto por praderas de matorrales y hierbas altas donde los togrutas cazan a sus presas, éstos prefieren vivir en las zonas de valles con bosques, donde se siente más protegidos.

Los togruta ya no son primitivos a nivel tecnológico, aunque su cultura, según muchos, está aún en su infancia. Utilizan la vida común y su pigmentación disruptiva para protegerse de los peligrosos depredadores que aún asolan Shili. Las tribus tienen fuertes vínculos comunitarios y los togrutas son famosos por su costumbre de trabajar en equipo.

Los togrutas poseen un fuerte sentido de unión y colaboración con sus congéneres. En su planeta de origen, dependen de la unidad de la tribu para poder enfrentarse a las enormes criaturas que suponen un peligro para ellos, como el temible akul. La mayoría de las criaturas salvajes de Shili atacan en grupo, lo que hace aún más necesaria agruparse para hacerles frente.

Se espera que cada togruta contribuya activamente en la comunidad y el alimento se distribuye equitativamente entre sus miembros. Los togrutas tienen la creencia de que aquél que no pueda seguir el ritmo del grupo debe ser abandonado a su suerte, ya que les parece que ese es el orden natural. Otras especies suelen considerar esta actitud como bárbara y cruel.


Para la sociedad togruta, la independencia es una señal de anomalía, si bien sutil, y se desanima en general, pero no se persigue ni nada parecido.

Irónicamente, los togrutas más famosos han obtenido puestos de prestigio ejerciendo juiciosamente su individualidad. Muchos alienígenas lo entienden como una señal de evolución de la sociedad togruta.

A menudo, los togrutas más independientes encuentran la vida en Shili demasiado restrictiva, y van a "cazar entre las estrellas". Más de un togruta ha destacado en casi cualquier campo, incluyendo ser jedi.

Los líderes de las comunidades togruta tienen dificultades para desempeñar sus funciones, ya que se arriesgan a volverse demasiado individualistas.

Educacion

El sistema educativo togruta también destaca. Los togrutas aprenden el idioma Básico, pero también tienen el suyo propio: El togruti. Este idioma utiliza temblores, chillidos, largos sonidos vocálicos, y sutiles movimientos y temblores de los lekku. Además, el togruti incorpora modismos nativos con elementos de Básico.

Vestimenta

Los togrutas son conocidos por su costumbre de no usar calzado, ya que creen que la tierra está conectada espiritualmente con ellos y el ir descalzos les hace mantener dicho vínculo.

Como cazadores a los togrutas les gusta exhibir los dientes y pieles de sus presas como muestra de orgullo, fuerza y madurez. Los dientes de akul son especialmente valorados y quienes los consiguen son muy admirados. Estos dientes a menudo son utilizados por los togrutas para adornar sus frentes o en la elaboración de collares, combinados con metales y piedras preciosas. Es típica en la vestimenta de los togrutas llevar una banda tradicional, y algunos togrutas Jedis, como Shaak Ti y Ahsoka Tano la incorporan en su indumentaria Jedi.

Los togrutas irrumpieron en la comunidad galáctica hacia el 25000 ABY. Establecieron una importante y pacífica colonia en el planeta Kiros. Los togruta en su conjunto poseen una afinidad especial con la Fuerza, a pesar de que la mayoría poseen un número de midiclorianos inferior a la media. Se cree que esta afinidad se debe en gran parte a la capacidad de captación del entorno con los que les dotan sus montrals, así como su rol tradicional de cazadores. Su conexión espiritual con la tierra también fortaleció la relación con el medio ambiente de los togrutas, lo que los dotó de una mayor capacidad para sentir la Fuerza. Los togrutas han engrosado las filas de la Orden Jedi prácticamente desde su fundación. La mayor parte de los jedis togrutas y los más famosos han sido féminas, aunque también hay un grupo menor de togrutas varones jedis.